Las despedidas.

Hay un conocido refrán que reza: Si amas algo déjalo libre, si regresa es tuyo, sino nunca lo fue. 

De alguna manera siempre estuve de acuerdo con lo que decía, sin embargo, como a todos, me ha tocado vivir mis propias despedidas, de algunas personas que fueron entrañables y hoy ya no lo son más.

He pasado procesos de duelo muy dolorosos y difíciles, pero una buena amiga, cuando me vio dolerme por una perdida, me dijo:

 –Agradece por lo que fue, por lo que tuviste, por lo que te dio esa hermosa relación, por el tiempo que duró y todo lo que vivieron juntos. ¡Como ha cambiado mi perspectiva desde entonces!, a partir del agradecimiento, pude soltar esos pensamientos y sentimientos persistentes de dolor y dejar de preguntarme ¿Por qué?  Y solo así fue como poco a poco dejo de doler, cuando mi punto de vista cambio de lamentarme, a dar las gracias.

 Porque al agradecer todo lo vivido, pude ver y recordar que nada me pertenece, ni las personas ni nada y que todo en esta vida es temporal y pasajero.

Ahora ese dicho que reza: Si amas algo déjalo libre, si regresa es tuyo, sino nunca lo fue, para mi es: “Sí, amé a alguien, y por las circunstancias de la vida, se alejó, o lo aleje de mí, pero hoy, doy las gracias por el tiempo que fue mío”. 

Gracias te doy por tantos buenos momentos compartidos, tantas risas, tanto amor y cariño, hoy te sigo amando, pero ya no duele, mi corazón avanzó, somos libres tu y yo.

Gracias, gracias, gracias.