Paz con Dios, paz de Dios.

Pueden parecer iguales estas dos oraciones, pero en realidad son muy diferentes en su significado, gracias a sus pequeñas preposiciones. Me impactó hace poco que lo estudie y te quiero compartir la diferencia.

El ser humano por naturaleza está separado de Dios a causa de su condición pecaminosa, la Biblia nos dice que la manera de pagar ese pecado es con la muerte, y que estamos desterrados, separados de la gloria de Dios.

La única solución para este grave destino final, está en Jesucristo. Dios mismo por su gran amor y misericordia, al ver al hombre perdido, planeó una misión de rescate y salvación enviando a su propio Hijo, para que el fuera el sustituto perfecto de cada pecador y así morir en nuestro lugar, pagar por nuestras culpas, una sola vez y para siempre, y así satisfacer la demanda de justicia de un Dios Santo y Justo.

De esta manera Jesucristo nos reconcilia con el Padre, a los que reconocemos esa necesidad de perdón y salvación, ya no somos enemigos de Dios, ahora nos llama hijos y somos insertados en su familia. Así obtenemos la paz con Dios.

Pero tener la paz de Dios es otra cosa, dice la Biblia que la paz que el mundo ofrece no es real, el Único que nos puede ofrecer una paz verdadera es Jesucristo mismo, Él es nuestra paz, es el dador de Paz, es la fuente de la paz, es el Príncipe de Paz; en ningún otro lugar podemos calmar nuestra angustia, ansiedad, depresión, enemistad o guerra, más que a sus pies. 

Así que gracias a Jesucristo ahora estamos en paz con Dios, siendo llamados hijos amados y a su vez Él nos rodea de paz en medio de las tribulaciones y pruebas diversas de la vida y podemos tener la paz de Dios.  

Ya no gastes tu tiempo y dinero buscando la paz en los lugares que no la has encontrado, ni la encontrarás, la paz viene de estar reconciliado con tu creador, ser perdonado de tus pecados y ahora ser llamado hijo de Dios.  Eso si es verdadera paz, no hay mejor medicina para dormir tranquilo que saber que la paz de Dios te rodea en todo sentido.

SI todavía no tienes la verdadera tranquilidad que viene de Dios te invito a buscarlo de todo corazón y rendir tu vida a Él.

La verdadera paz solo puede venir de Dios.

La paz os dejó, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Juan 14:27