Mis proyectos
- Tere Guerrero
- 15 ene
- 2 Min. de lectura

Cada individuo tiene múltiples proyectos de vida, sobre todo en esta época, cuando va empezando el año, tenemos propósitos de toda índole, mejorar nuestra alimentación, hacer más ejercicio, buscar a Dios, mejorar nuestras relaciones interpersonales, cambiar el boiler que ya no calienta lo suficiente, buscar un trabajo mejor remunerado, aprender otro idioma, emprender un negocio casero, comprar un auto, etcétera.
La realidad es que no se van concretar todos nuestros sueños, pues vivimos en un mundo falible y caído, con personas imperfectas también, empezando por nosotros mismos, y no siempre somos constantes en lo que nos proponemos, además hay otro factor, cuando la muerte nos sorprenda, seguramente muchos de nuestros ideales y sueños se habrán quedado como asuntos inconclusos, quizás no alcancemos a arreglar el testamento, no estén al corriente los pagos de la casa, dejemos pendiente la tanda de doña Lucha, nunca nos dimos el tiempo de pedir perdón a algún amigo, etc; situaciones similares serán inevitables.
No va a haber manera de que cuando Dios nos llame a su presencia estén todos los asuntos resueltos, a menos que con anticipación sepamos que estamos a punto de morir y haya el tiempo y la oportunidad de arreglar cada uno de nuestros pendientes, lo cual te digo sinceramente, lo veo difícil.
Todo esto me lleva a cuestionarme ¿En qué clase de proyectos me debo involucrar? ¿Cuáles son las cosas por las que me debo preocupar? ¿Qué asuntos son los que verdaderamente vale la pena invertir mi tiempo y energía? y llegó a la conclusión de que todo lo que trabajemos para el reino de Dios si tiene una permanencia, cuando le hablo a una persona de Cristo y queda en su corazón una pequeña semilla, ya hice algo trascendente, ayudar al prójimo en la medida de mis posibilidades, deseo que todos mis emprendimientos sean para dar a conocer el nombre del Señor Jesucristo y Su evangelio, eso sí tendrá repercusión eterna.
Así que, de ahora en adelante, anhelaré los proyectos que, aunque no pueda concluir aquí en la Tierra, tengan una continuidad del otro lado del sol, todo lo que yo haga para mi Señor, en el momento de mi muerte se quedará como una película que espera su secuela, tendrá continuación, no desaparecerá ninguno de mis planes, al contrario, tendrán un final en Dios.
Con todo lo anterior no estoy pretendiendo decir que me voy a sentar en una sillita a esperar mi muerte y no emprender ningún propósito personal, seguiré con mis planes terrenales, pero con la certeza que muchos no los podré ver concretados, por lo que de antemano no me crearé expectativas irreales. Sigo mi vida, pero tratando de poner mis ojos cada día más en lo eterno.
Hebreos 12:2b "Puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe..."
Comments